En este post no voy a poner ninguna foto del producto por si acaso se mosquean los de Nestlé. El caso es que hace unos meses me traje de Portugal unas cápsulas Dolce Gusto de variedades que no se venden en España, concretamente Sical y Buondi, que por allí tienen mucho prestigio de toda la vida. Desgraciadamente el funcionamiento de esos productos no era precisamente óptimo en mi cafetera y tuve que reclamar a Nestlé Portugal, que contestó rápidamente a mi mensaje e incluso me envió otras cápsulas de regalo. El problema consistía en que la máquina se veía incapaz de extraer el café y salía con muchísima dificultad o bien la operación se quedaba abortada tras la salida de un mínimo chorrito de café. Fui practicando trucos para aprovecharlas y procuraba punzarlas en dos lugares muy próximos o incluso extraer el aire antes de colocarlas en la cafetera. Con las demás variedades de Dolce Gusto no existía el mismo problema y que conste que ya he comprado esos cafés en otros paises de Europa.
Al aparecer en el mercado español las variantes denominadas como Bonka y Barista, me animé a probarlas con el resultado de los mismos problemas ocurridos con las portuguesas Buondi. El café sale a cuentagotas y la cantidad obtenida no da ni para un ristretto. Lamentablemente mi queja a Nestlé España no ha sido atendida y no me han dado ninguna explicación al respecto.
No entiendo que la marca ignore a los consumidores y no comprendo que se esté vendiendo un producto que no funciona en todas las cafeteras. Nestlé Portugal me comentó que la composición de las nuevas cápsulas difería del resto de la gama y que por eso se requería una cafetera al máximo de potencia y con una perfecta descalcificación. Lo que no entiendo es que variedades como el Lungo me funcionen de maravilla y no suceda lo mismo con Bonka. Por cierto que el Barista es un café bastante interesante y de sabor muy agresivo, que me gusta, pero no podré usarlo en mi máquina.
Se agradecerá que los lectores cuenten sus experiencias al respecto. No creo que sea un problema de mi cafetera, que por lo demás da un muy buen redimiento cuando uso
Aprovecho para comentar que de cara a la campaña de navidad es muy posible que las cápsulas vayan bajando su precio hasta un 20%, con lo que conviene hacer acopio de ellas de cara al futuro, lo que habitualmente se llama acaparar, puesto que luego pasan tranquilamente de los cuatro euros por paquete hasta casi cinco. Eso lo hacíamos antiguamente con el aceite y el azúcar, cuando se sabía que iban a subir. Ahora casi podemos garantizar que eso ocurrirá así. De hecho ya se han visto ofertas por menos de cuatro euros y medio.
Por lo demás Dolce Gusto me satisface, aunque no pienso transigir más fallos y la próxima vez reclamaré ante el establecimiento vendedor, que se ocupará de hacer las cosas como se debe.
Al aparecer en el mercado español las variantes denominadas como Bonka y Barista, me animé a probarlas con el resultado de los mismos problemas ocurridos con las portuguesas Buondi. El café sale a cuentagotas y la cantidad obtenida no da ni para un ristretto. Lamentablemente mi queja a Nestlé España no ha sido atendida y no me han dado ninguna explicación al respecto.
No entiendo que la marca ignore a los consumidores y no comprendo que se esté vendiendo un producto que no funciona en todas las cafeteras. Nestlé Portugal me comentó que la composición de las nuevas cápsulas difería del resto de la gama y que por eso se requería una cafetera al máximo de potencia y con una perfecta descalcificación. Lo que no entiendo es que variedades como el Lungo me funcionen de maravilla y no suceda lo mismo con Bonka. Por cierto que el Barista es un café bastante interesante y de sabor muy agresivo, que me gusta, pero no podré usarlo en mi máquina.
Se agradecerá que los lectores cuenten sus experiencias al respecto. No creo que sea un problema de mi cafetera, que por lo demás da un muy buen redimiento cuando uso
Aprovecho para comentar que de cara a la campaña de navidad es muy posible que las cápsulas vayan bajando su precio hasta un 20%, con lo que conviene hacer acopio de ellas de cara al futuro, lo que habitualmente se llama acaparar, puesto que luego pasan tranquilamente de los cuatro euros por paquete hasta casi cinco. Eso lo hacíamos antiguamente con el aceite y el azúcar, cuando se sabía que iban a subir. Ahora casi podemos garantizar que eso ocurrirá así. De hecho ya se han visto ofertas por menos de cuatro euros y medio.
Por lo demás Dolce Gusto me satisface, aunque no pienso transigir más fallos y la próxima vez reclamaré ante el establecimiento vendedor, que se ocupará de hacer las cosas como se debe.