Lleva mucho tiempo y esfuerzo construir una marca de calidad respetada y reconocida. En El Pozo lo han conseguido con largos años de trabajo e investigación para ser toda una referencia en alimentación y sobre todo en productos derivados del cerdo, particularmente el ibérico. Hacer buenos jamones y que sean asequibles a un público mayoritario tiene sus secretos. Que El Pozo sea una gran industria cárnica no implica ninguna contradicción sobre lo natural de sus productos y las garantías de elaboración.
El Pozo no vende directamente desde su web y tampoco hace falta porque su jamón serrano se halla allá donde vayamos. Se comercializan variedades de curado, reserva y bodega, además de la gama "legado ibérico", producto gourmet donde los haya y a precio democrático para que podamos disfrutarlo en casa a precios competitivos. Para los más comodones existen los deshuesados e incluso los moldeados, para mayor facilidad de corte. Los que quieran un formato práctico tienen los loncheados envasados a precios anticrisis; por un euro o dos, dependiendo del peso, nos llevamos a casa un producto de la máxima calidad con separador de lonchas, ideal para picar, hacer bocadillos o presentar sobre una tosta con aceite de oliva. Si viajamos al extranjero es conveniente llevar unos de estos paquetitos que no ocupan nada y te sacan de muchos apuros. No olvidemos que existe una presentación en taquitos que va muy bien para preparar guisantes con jamón.
Y por supuesto tenemos la garantía de que los productos El Pozo siempre nos van a salir buenos. Si por alguna remota casualidad algo fallara podemos confiar en una empresa que responde con calidad ante sus consumidor.
El Pozo no vende directamente desde su web y tampoco hace falta porque su jamón serrano se halla allá donde vayamos. Se comercializan variedades de curado, reserva y bodega, además de la gama "legado ibérico", producto gourmet donde los haya y a precio democrático para que podamos disfrutarlo en casa a precios competitivos. Para los más comodones existen los deshuesados e incluso los moldeados, para mayor facilidad de corte. Los que quieran un formato práctico tienen los loncheados envasados a precios anticrisis; por un euro o dos, dependiendo del peso, nos llevamos a casa un producto de la máxima calidad con separador de lonchas, ideal para picar, hacer bocadillos o presentar sobre una tosta con aceite de oliva. Si viajamos al extranjero es conveniente llevar unos de estos paquetitos que no ocupan nada y te sacan de muchos apuros. No olvidemos que existe una presentación en taquitos que va muy bien para preparar guisantes con jamón.
Y por supuesto tenemos la garantía de que los productos El Pozo siempre nos van a salir buenos. Si por alguna remota casualidad algo fallara podemos confiar en una empresa que responde con calidad ante sus consumidor.