Me atrevo a decir que el sector de la restauración es el que menos ha aprovechado las potencialidades de internet para hacer negocio. Salvo muy honrosas excepciones la presencia de los restaurantes de todo el mundo en la red se revela más bien simbólica; la mayor parte de establecimientos no tiene página web y los que cuentan con ella casi nunca aportan nada de interés al posible cliente.
No tener web en los tiempos que corren ya es un criterio como para descartar a un restaurante de mano, pero si aplicamos este razonamiento de modo estricto igual hasta nos quedamos sin comer. Un hotel nunca lo haría.
Tener página web y no sacar ningún partido de ella es lo más habitual. Lo más frecuente es toparse con páginas que de mano nos ofrecen una presentación en flash y una invitación para entrar, que más bien es una advertencia para marcharse a tiempo, antes de decepcionarse.
Lo grave del asunto es que generalmente los restaurantes se limitan a presentarnos una serie de fotos de sus comedores y ahí se queda todo. Como mucho puede haber fotos de platos pero nada más. Parece que los restaurantes no se dan cuenta de que lo que vamos buscando es la carta del restaurante con precios, es decir, información útil. Ojito con los que sí presentan una carta porque no siempre es la actual. Por supuesto que hay excepciones y existen restaurantes cuya presencia en internet es modélica, pero son tan pocos que casi no merece la pena ni buscarlos.
Señores restauradores sin página web, a ver si se dan cuenta de que estamos en el tercer milenio y siguen comportándose como si estuvieran en la Edad Media. Señores propietarios de restaurantes con web, ya va siendo hora de que la utilicen para vender y convencer, no para estar por estar y hacer perder el tiempo a la gente. Lo que quiere el posible cliente es saber sobre la comida y sus precios, sobre todo ésto último, porque una lista de platos sin ninguna referencia de precios es una pérdida de tiempo. Y eso que una vez un restaurador me dijo que no los ponía porque eso sería de mal gusto...
En el apocalípsis del colmo de la chapuza, no son pocos los restaurantes que utilizan las ventas masivas por internet a través de intermediarios que les comen hasta el 50% de la ganancia en comisiones, cuando podrían hacerlo ellos mismos con su propia web, que ni siquiera tienen.
Al posible cliente le queda la opción de consultar las opiniones de Tripadvisor, pero no debería confiar demasiado en ellas, ya que hacen falta muchas para que haya fiabilidad estadística.
Hay restaurantes que confían en moderneces tipo Twitter y Facebook como vehículo de comunicación, obviando que la web es el mejor medio para mostrarse al mundo.
Ojalá que llegue el día en que uno pueda reservar y pagar por adelantado un buen menú en un restaurante, con precios atractivos. De momento tenemos los portales de reserva de restaurantes, que algo aportan, pero sin llegar a convencer del todo.
Los hoteles han hecho bien las cosas pero los restaurantes hacen el ridículo y las cosas no parece que vayan a cambiar en un futuro cercano. Planificar un viaje con conocimiento se complica si queremos detectar los restaurantes que más nos convienen, más que nada porque no se muestran interesados en vender.
Animo a los lectores a publicar comentarios al respecto incluyendo direcciones de restaurantes con una web decente.
No tener web en los tiempos que corren ya es un criterio como para descartar a un restaurante de mano, pero si aplicamos este razonamiento de modo estricto igual hasta nos quedamos sin comer. Un hotel nunca lo haría.
Tener página web y no sacar ningún partido de ella es lo más habitual. Lo más frecuente es toparse con páginas que de mano nos ofrecen una presentación en flash y una invitación para entrar, que más bien es una advertencia para marcharse a tiempo, antes de decepcionarse.
Lo grave del asunto es que generalmente los restaurantes se limitan a presentarnos una serie de fotos de sus comedores y ahí se queda todo. Como mucho puede haber fotos de platos pero nada más. Parece que los restaurantes no se dan cuenta de que lo que vamos buscando es la carta del restaurante con precios, es decir, información útil. Ojito con los que sí presentan una carta porque no siempre es la actual. Por supuesto que hay excepciones y existen restaurantes cuya presencia en internet es modélica, pero son tan pocos que casi no merece la pena ni buscarlos.
Señores restauradores sin página web, a ver si se dan cuenta de que estamos en el tercer milenio y siguen comportándose como si estuvieran en la Edad Media. Señores propietarios de restaurantes con web, ya va siendo hora de que la utilicen para vender y convencer, no para estar por estar y hacer perder el tiempo a la gente. Lo que quiere el posible cliente es saber sobre la comida y sus precios, sobre todo ésto último, porque una lista de platos sin ninguna referencia de precios es una pérdida de tiempo. Y eso que una vez un restaurador me dijo que no los ponía porque eso sería de mal gusto...
En el apocalípsis del colmo de la chapuza, no son pocos los restaurantes que utilizan las ventas masivas por internet a través de intermediarios que les comen hasta el 50% de la ganancia en comisiones, cuando podrían hacerlo ellos mismos con su propia web, que ni siquiera tienen.
Al posible cliente le queda la opción de consultar las opiniones de Tripadvisor, pero no debería confiar demasiado en ellas, ya que hacen falta muchas para que haya fiabilidad estadística.
Hay restaurantes que confían en moderneces tipo Twitter y Facebook como vehículo de comunicación, obviando que la web es el mejor medio para mostrarse al mundo.
Ojalá que llegue el día en que uno pueda reservar y pagar por adelantado un buen menú en un restaurante, con precios atractivos. De momento tenemos los portales de reserva de restaurantes, que algo aportan, pero sin llegar a convencer del todo.
Los hoteles han hecho bien las cosas pero los restaurantes hacen el ridículo y las cosas no parece que vayan a cambiar en un futuro cercano. Planificar un viaje con conocimiento se complica si queremos detectar los restaurantes que más nos convienen, más que nada porque no se muestran interesados en vender.
Animo a los lectores a publicar comentarios al respecto incluyendo direcciones de restaurantes con una web decente.