A las empresas les encantan los intermediarios y lo normal sería que Cafés Delta vendiera directamente esta cafetera en su página web. El caso es que la web oficial tiene algo escondida la tienda online y sí te venden cafeteras pero más caras y sin el lote de regalo que obtienes comprando en Publipunto.com
Teniendo en cuenta que el precio de oferta es bueno y encima te hacen un descuento, por unos 65 euros te llevas la cafetera y un lote de 150 cápsulas, valoradas en 45 euros a precio de mercado, con lo que realmente pagas 20 euros por una cafetera de gama alta. Eso sí, quedas enganchado a Delta y a sus cápsulas, aunque hay alternativas pirata más o menos decentes.
La Delta Q es una de las favoritas en Portugal, por delante de Nespresso. Puedes comprar las cápsulas en supermercados portugueses y también en muchos españoles, aunque la tienda online funciona de lujo y los pedidos llegan a toda leche. El hecho de que Delta arrase en Portugal se debe a que los cafés salen más calientes y concentrados que en una Nespresso, adaptados al gusto local.
Si la compras en España no tendrás problema para abastecerte de cápsulas y los precios son incluso más baratos que en Portugal. Los paquetes traen diez cápsulas y salen a 33 céntimos la cápsula. No hay una gran variedad y generalmente los cafés son bastante suaves, exceptuando la especialidad con el doble de cafeína para los más adictos y necesitados de un chute de adrenalina. En el lote de regalo también vienen unas tisanas y un curioso expreso Rooibos, que a mi me ha encantado.
Si lo suyo son los cafés muy largos, mejor decantarse por Dolce Gusto, que permite cafés generosos sin pérdida de sabor y con variedades que hora ya incluyen la leche dentro de la misma cápsula. Los que los quieran extremadamente largos, como gustan en Alemania y Francia, tienen la Tassimo. Un punto intermedio lo representa la Stracto.
Delta Q es más bien para los que quieren experimentar con una nueva cafetera ideal para cafés cortos, de los que se toman en uno o pocos tragos, al estilo del ristretto italiano, que coincide con el gusto portugués de mucho sabor en poco líquido. Los cafés salen muy finos y delicados, con bastante intensidad y en dosis pequeñas. No hay cápsulas con leche ni posibilidad de calentarla con la máquina. El menos bueno es el descafeinado, muy flojito, incluso demasiado.
En cuanto al diseño, la cafetera es una monada e impresiona. El funcionamiento es muy rápido y el tamaño reducido.
Obviamente ya han salido cápsulas compatibles más baratas y se pueden adquirir en supermercados de Portugal bajo las marcas Kaffa y Bicafé. En estos casos hay que probar para ver si la calidad iguala a la del producto original o si no compensa ahorrar unos céntimos en cada cápsula. Prometo hacerlo en cuanto pueda.
Incluso si no te gusta mucho el café y quieres tener una de estas máquinas para obsequiar a los invitados, Delta Q es una buena solución de bajo coste y buen gusto.
Teniendo en cuenta que el precio de oferta es bueno y encima te hacen un descuento, por unos 65 euros te llevas la cafetera y un lote de 150 cápsulas, valoradas en 45 euros a precio de mercado, con lo que realmente pagas 20 euros por una cafetera de gama alta. Eso sí, quedas enganchado a Delta y a sus cápsulas, aunque hay alternativas pirata más o menos decentes.
La Delta Q es una de las favoritas en Portugal, por delante de Nespresso. Puedes comprar las cápsulas en supermercados portugueses y también en muchos españoles, aunque la tienda online funciona de lujo y los pedidos llegan a toda leche. El hecho de que Delta arrase en Portugal se debe a que los cafés salen más calientes y concentrados que en una Nespresso, adaptados al gusto local.
Si la compras en España no tendrás problema para abastecerte de cápsulas y los precios son incluso más baratos que en Portugal. Los paquetes traen diez cápsulas y salen a 33 céntimos la cápsula. No hay una gran variedad y generalmente los cafés son bastante suaves, exceptuando la especialidad con el doble de cafeína para los más adictos y necesitados de un chute de adrenalina. En el lote de regalo también vienen unas tisanas y un curioso expreso Rooibos, que a mi me ha encantado.
Si lo suyo son los cafés muy largos, mejor decantarse por Dolce Gusto, que permite cafés generosos sin pérdida de sabor y con variedades que hora ya incluyen la leche dentro de la misma cápsula. Los que los quieran extremadamente largos, como gustan en Alemania y Francia, tienen la Tassimo. Un punto intermedio lo representa la Stracto.
Delta Q es más bien para los que quieren experimentar con una nueva cafetera ideal para cafés cortos, de los que se toman en uno o pocos tragos, al estilo del ristretto italiano, que coincide con el gusto portugués de mucho sabor en poco líquido. Los cafés salen muy finos y delicados, con bastante intensidad y en dosis pequeñas. No hay cápsulas con leche ni posibilidad de calentarla con la máquina. El menos bueno es el descafeinado, muy flojito, incluso demasiado.
En cuanto al diseño, la cafetera es una monada e impresiona. El funcionamiento es muy rápido y el tamaño reducido.
Obviamente ya han salido cápsulas compatibles más baratas y se pueden adquirir en supermercados de Portugal bajo las marcas Kaffa y Bicafé. En estos casos hay que probar para ver si la calidad iguala a la del producto original o si no compensa ahorrar unos céntimos en cada cápsula. Prometo hacerlo en cuanto pueda.
Incluso si no te gusta mucho el café y quieres tener una de estas máquinas para obsequiar a los invitados, Delta Q es una buena solución de bajo coste y buen gusto.