Pues sí, ya era hora de que los productores de snacks ofrecieran a los consumidores un producto con toque gourmet y contenido diferente.
La inmensa mayoría de las patatas fritas de bolsa vienen tan atiborradas de sal que acaba ofendiendo y por muchas variedades que probemos, saturan enseguida.
Ojo porque no hablamos de patatas fritas, ya que lo que viene en la bolsa es un curioso mix de remolacha, zanahoria y boniato, cargado de vitaminas. Son vegetales que no suelen consumirse muy a menudo en la alimentación convencional.
Como este no es un blog de nutrición sino de gastronomía, lo que nos interesa es el sabor y cabe mencionar que han dado en el clavo con el producto. La primera vez que se consume resulta desconcertante porque parece que estamos comiendo patatas fritas de colores y el gusto no es el mismo, sino mucho más suave. Lo mejor es que cada bocado resulta diferente y se nota claramente el uso de aceite de oliva de alta calidad.
Lo menos mejor del producto es que no resulta nada sencillo de encontrar en el mercado. No entiendo que no se haya popularizado más. Los amantes de la sal se sentirán decepcionados y el contenido de la bolsa les resultará algo soso, lo cual tampoco es un inconveniente porque permite maridar excelentemente con la cerveza, por ejemplo.
Probablemente no nos hallamos ante un producto para grandes mayorías pero sí para minorías selectas que quieran sorprender a sus invitados con algo distinto y que probablemente desconozcan. El contenido no estropea la dieta y encima es un buen aporte vitamínico con toque sabroso.
Por primera vez me gustaría que hicieran envases de tamaño familiar...
La inmensa mayoría de las patatas fritas de bolsa vienen tan atiborradas de sal que acaba ofendiendo y por muchas variedades que probemos, saturan enseguida.
Ojo porque no hablamos de patatas fritas, ya que lo que viene en la bolsa es un curioso mix de remolacha, zanahoria y boniato, cargado de vitaminas. Son vegetales que no suelen consumirse muy a menudo en la alimentación convencional.
Como este no es un blog de nutrición sino de gastronomía, lo que nos interesa es el sabor y cabe mencionar que han dado en el clavo con el producto. La primera vez que se consume resulta desconcertante porque parece que estamos comiendo patatas fritas de colores y el gusto no es el mismo, sino mucho más suave. Lo mejor es que cada bocado resulta diferente y se nota claramente el uso de aceite de oliva de alta calidad.
Lo menos mejor del producto es que no resulta nada sencillo de encontrar en el mercado. No entiendo que no se haya popularizado más. Los amantes de la sal se sentirán decepcionados y el contenido de la bolsa les resultará algo soso, lo cual tampoco es un inconveniente porque permite maridar excelentemente con la cerveza, por ejemplo.
Probablemente no nos hallamos ante un producto para grandes mayorías pero sí para minorías selectas que quieran sorprender a sus invitados con algo distinto y que probablemente desconozcan. El contenido no estropea la dieta y encima es un buen aporte vitamínico con toque sabroso.
Por primera vez me gustaría que hicieran envases de tamaño familiar...