Si el lector es de esas personas que no concede mayor importancia al pan con que se comen los alimentos, mejor que deje de leer a partir de aquí.
El que escribe es de los que concede una atención muy especial al pan, de modo que si le sirven una excelente comida y el pan no está a la altura, saldrá cabreadado, mientras que tolerará una comida no tan buena si el pan brilla por su calidad.
El mollete de Antequera es uno de esos productos que debería triunfar de modo mundial y sin embargo eso no sucede, porque ni siquiera reina en España. La fórmula no es nada complicada y cuenta con los ingredientes de siempre. Lo que hace especial al mollete es su forma y también su textura, apta para todos los públicos aunque poco indicada para los amantes de la corteza dura.
El mollete de antequera se parece en la forma al pan pita, pero solo en eso, porque tiene miga y muy esponjosa. Antiguamente o lo traías de Antequera o lo hacías en casa, pero ahora ya se puede comprar en supermercados envasado en atmósfera protectora, de modo que basta con un par de minutos en el horno o en la tostadora para tenerlo justo a punto.
El de la foto es un mollete cortado a la mitad y tostado para degustarse con aceite de oliva, pero lo podemos comer sin churruscar su suave miga.
Por la forma y la textura, parece especialmente diseñado para comer hamburguesas y probablemente sea el mejor maridaje posible. Personalmente lo saco del horno y lo corto con tijera en trozos irregulares para servir en bandeja de pan, acompañado de otras variedades, como el pita, el naan o incluso pan de masa madre. Si lo metemos en el horno entero, quedará blando por dentro, mientras que si lo metemos en tostadora cortado a la mitad, se queda algo seco.
Probablemente no haya pan tan adecuado para la merienda infantil o para personas con problemas de dentadura. No creo que vuelva a comprar el típico pan de hamburguesa convencional.
Curiosamente los últimos molletes que comí los encontré en Carrefour a un euro el lote de cuatro, ya que estaban de oferta.
Felizmente se pueden encargar por internet y probablemente yo mismo acabe comprando en la tienda online de la empresa www.mollete.com. También venden otras modalidades de tamaño más pequeño y los típicos piquitos, que son como los grissini italianos.
El que escribe es de los que concede una atención muy especial al pan, de modo que si le sirven una excelente comida y el pan no está a la altura, saldrá cabreadado, mientras que tolerará una comida no tan buena si el pan brilla por su calidad.
El mollete de Antequera es uno de esos productos que debería triunfar de modo mundial y sin embargo eso no sucede, porque ni siquiera reina en España. La fórmula no es nada complicada y cuenta con los ingredientes de siempre. Lo que hace especial al mollete es su forma y también su textura, apta para todos los públicos aunque poco indicada para los amantes de la corteza dura.
El mollete de antequera se parece en la forma al pan pita, pero solo en eso, porque tiene miga y muy esponjosa. Antiguamente o lo traías de Antequera o lo hacías en casa, pero ahora ya se puede comprar en supermercados envasado en atmósfera protectora, de modo que basta con un par de minutos en el horno o en la tostadora para tenerlo justo a punto.
El de la foto es un mollete cortado a la mitad y tostado para degustarse con aceite de oliva, pero lo podemos comer sin churruscar su suave miga.
Por la forma y la textura, parece especialmente diseñado para comer hamburguesas y probablemente sea el mejor maridaje posible. Personalmente lo saco del horno y lo corto con tijera en trozos irregulares para servir en bandeja de pan, acompañado de otras variedades, como el pita, el naan o incluso pan de masa madre. Si lo metemos en el horno entero, quedará blando por dentro, mientras que si lo metemos en tostadora cortado a la mitad, se queda algo seco.
Probablemente no haya pan tan adecuado para la merienda infantil o para personas con problemas de dentadura. No creo que vuelva a comprar el típico pan de hamburguesa convencional.
Curiosamente los últimos molletes que comí los encontré en Carrefour a un euro el lote de cuatro, ya que estaban de oferta.
Felizmente se pueden encargar por internet y probablemente yo mismo acabe comprando en la tienda online de la empresa www.mollete.com. También venden otras modalidades de tamaño más pequeño y los típicos piquitos, que son como los grissini italianos.